Irán e Israel se han enfrascado en una “guerra en la sombra”.
Israel ha vuelto a la normalidad a tres días del ataque iraní con más de 300 drones y misiles. En ciudades como Tel Aviv, los niños y jóvenes regresaron a las aulas, el aeropuerto funciona con total normalidad, todos los negocios se encuentran abiertos e incluso los israelíes se preparan para iniciar, el próximo lunes, los festejos de Pascua, una de las festividades de mayor importancia para la religión judía.
No obstante, saben que la respuesta del gobierno de Netanyahu llegará en cualquier momento. Algunos ciudadanos de la capital, como Ariel Jerozolimski, quien es guía de turistas desde hace cinco años, la considera necesaria, “pues no responder significaría un signo de debilidad”.
La comunidad internacional redobló la presión para impedir represalias de Israel contra Irán que podrían incendiar la situación en Medio Oriente. El apoyo que el primer ministro Benjamín Netanyahu no ha logrado de sus aliados más cercanos como Estados Unidos para contraatacar al régimen de Teherán, lo ha recibido de los israelíes, quienes apoyan en más de 90 por ciento una respuesta militar, según han difundido los diarios locales.
Para Gabriel Chocron, cofundador y director de Conexión Israel, una organización que enlaza a israelíes con la comunidad de habla hispana, si los israelíes no reaccionaran así, (con la fuerza militar) después de un ataque como el del fin de semana, “Israel simplemente dejaría de existir”.
Vlenda es otro israelí que apoya una contraofensiva al histórico ataque iraní. En entrevista con El Sol de México asegura que el domingo, justo después del ataque, concluyó su servicio militar, el cual en Israel es obligatorio para mujeres y hombres, y que está listo para defender su país con la vida si es necesario.
“Irán financia el terrorismo y el ataque del sábado pasado no puede quedarse así, han sido muchos años de resistir las agresiones de Teherán. Sin duda debe haber una respuesta de la misma magnitud y los israelíes estamos dispuestos a apoyar”, afirmó.
Durante décadas, Irán e Israel se han enfrascado en una “guerra en la sombra”, que sin llegar a la confrontación militar directa se ha caracterizado por la agresión por otros medios: a través de intermediarios, ciberataques, sanciones económicas y una retórica encendida, considera Raz Zimmt, oficial retirado del Departamento de Inteligencia Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Sin embargo, dice, los acontecimientos de las últimas semanas han cambiado la naturaleza de este conflicto ya que Teherán ha atacado por primera vez de manera directa a territorio israelí.
Israel –según la opinión general–rompió las normas diplomáticas al bombardear una misión iraní en Siria. La operación, en la que murieron 12 personas, entre ellas siete oficiales de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, aumentó la tensión.
También cruzó un nuevo umbral. Nunca antes habían muerto tantos oficiales de la Fuerza Quds u otros militares en un solo ataque de los adversarios de Irán. Inmediatamente, la retórica delos líderes de Teherán indicó que habría una respuesta rápida y dramática, lo que cumplió el pasado sábado.
El ataque fue cualitativa y cuantitativamente diferente de todo lo que Teherán había intentado directamente antes. El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el contralmirante Daniel Hagari, declaró que consistió en al menos 170 aviones no tripulados, 30 misiles de crucero y 120 misiles tierra-tierra. El ataque se lanzó desde posiciones en Irán, Irak, Siria y Yemen.
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Amenazas cruzadas
Tras la agresión, se han multiplicado las amenazas cruzadas, en un contexto regional muy tenso desde el inicio, en octubre del 2023, de la guerra de Gaza entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, apoyado por Irán.
Las negociaciones para lograr una nueva tregua en Gaza, que permita liberar a los rehenes cautivos en la Franja a cambio de palestinos encarcelados en Israel, están estancadas, mientras el reclamo de los familiares de los secuestrados aumenta.
“Se ha hecho pero no lo suficiente,pues no están aquí”, afirma Maya Schmiel, cuyos primos Iair y Eitan Horn fueron sacados de su casa en el Kibutz Nir Oz por integrantes de Hamas durante el ataque del 7 de octubre y permanecen secuestrados.
Los mediadores esperaban alcanzar un acuerdo de tregua antes del Ramadán, a inicios de marzo, pero el objetivo se ha ido alejando y las hostilidades continuaron a lo largo de todo el mes de ayuno musulmán, que concluyó la semana pasada.
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