Trump no pondría un pie en Venezuela y que Maduro no dejaría que lo hiciera.
Imagínese al expresidente Donald Trump embarcándose a Venezuela si pierde la elección presidencial del próximo 5 de noviembre, en Estados Unidos. Ya se le olvidó que fue uno de los primeros mandatarios que reconoció a Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino de esa nación sudamericana.
Que no se le olvide al aspirante presidencial republicano que: ¡Perro no come perro! Ambos son personajes sui géneris que buscan a costa de lo que sea mantenerse (Maduro) o regresar (Trump) al poder a costa de lo que sea necesario y ambos tienen cuentas pendientes con la justicia, por su puesto, cada quien desde su trinchera.
Lo cierto es que la locura de ambos es el punto en donde estos dos personajes del siglo XXI se encuentran, el mandatario sudamericano le gusta platicar con los pajaritos, trabaja jornada de “34” horas al día y todo aquel que no crea en su triunfo o en su inexistente propuesta de gobierno es un terrorista.
Por el otro lado, el aspirante republicano a la Presidencia de EU tiene un discurso lleno de mentiras, en ese departamento es medalla de oro, dice que amplió el muro fronterizo, que Venezuela se está llevando a sus delincuentes, que ese país es más seguro que Estados Unidos, que Kamala Harris dejó de ser india y se convirtió en negra para conseguir el voto, solo por mencionar algunas falacias.
De antemano se entiende que Trump no pondría un pie en Venezuela y que Maduro no dejaría que lo hiciera, el magnate fue quien le congeló las cuentas, el petróleo arengó a Guaidó, orquestó un ataque desde Colombia con paramilitares, por cierto, nada funcionó el chavista seguirá otros seis años al frente de ese país.
En estricto sentido, Trump falló con Maduro y el chavista lo sabe, él tiene el sartén por el mango, en una muy lejana posibilidad de acercamiento no se va a dejar maniatar con amenazas de aranceles u otro tipo de castigos, él sabe cómo sortear eso y más, está acostumbrado, aunque el magnate piensa que el mundo está a su merced y esperando que levante la mano.
Ese Estados Unido que imagina Trump ya no existe, no es lo que ellos digan, hay un contrapeso con China, por ejemplo, en plano económico, la Unión Europea es vigilante de los derechos humanos y del ambientalismo, esto sin contar que el magnate inmobiliario le gusta hacer amistad con represores de alta calaña, es el caso del norcoreano Kim Jong-Un o el ruso Vladimir Putin.
Lo único que es real y está fuera del mundo de la fantasía de Maduro y Trump, es que ambos son un riesgo para la humanidad, sobre todo, si siguen o se mantienen en el poder, ambos tienen aires de emperadores omnipotentes, son mitómanos, represores y les gusta pisotear los derechos humanos de los civiles.
Las próximas semanas y meses la tensión en el mundo se va a incrementar, porque todavía la oposición en Venezuela tiene oxígeno para seguir reclamando su triunfo electoral, aunque el Congreso chavista ya alista las herramientas necesarias para frenar estas escaramuzas opositoras, desafortunadamente siempre ha sido de la misma manera desde que Maduro llegó al poder.
De hecho, ya está en marcha una cacería de opositores venezolanos, es el principio del fin del empuje del antichavismo, después presenciaremos un nuevo éxodo, una subsecuente hiperinflación y un trasiego de drogas abierto y sin ningún tipo de censura por Venezuela.
En el caso de Trump, las cosas también se avizoran difíciles si cómo es posible pierde otra vez la elección, ya presenciamos como incitó a sus seguidores a tomar el Congreso para que no pudiera ratificarse el triunfo de Joe Biden, el 6 de enero de 2021, pero aún está buscando un nuevo mandato, pero nunca reconoció su derrota.
Eso solo en el plano electoral, en caso de ganar, las cosas pintan peor, una nueva salida del Acuerdo de París, reducción de aportaciones a la OMS, medidas extremas en el plano migratorio, una desunión con la OTAN y por consecuencia manga ancha para Rusia en Ucrania, algo similar con Kim Jong-Un, etc, etc, etc.
La situación no pinta nada bien si gana o pierden estos personajes, el asunto es no dejarlos avanzar, porque un par de locos en el poder pueden provocar lo que nadie quiere en el mundo. O usted, ¿qué cree?
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