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Foto del escritorEl Sol de México

Los últimos días del sexenio de AMLO van a ser determinantes para el país: Carlos Navarrete

“Morena está embriagado de poder”, sentencia Navarrete en entrevista.



Al sexenio le quedan menos de 70 días, pero lejos de comenzar el corte de caja, el presidente Andrés Manuel López Obrador está decidido a ejercer el poder “hasta sus últimas consecuencias”, afirma Carlos Navarrete Ruiz, exdirigente del Partido de la Revolución Democrática y actual impulsor de la consulta para determinar si el Frente Cívico Nacional (FCN) se convierte en partido político.


Navarrete, también exdirigente del Partido Mexicano Socialista y del Partido Socialista de los Trabajadores, opina que los últimos días del sexenio de López Obrador van a ser determinantes para el país, no sólo por el calado de las reformas que analizará el Congreso, sino porque el FCN dará dos peleas cruciales: evitar la sobrerrepresentación de Morena y partidos aliados en el Legislativo, y defender la autonomía del Poder Judicial.



“Este gobierno no puede caminar como en un paseo dominical por la Alameda, haciendo reformas que buscan que una sola fuerza política controle el país”, advierte el político guanajuatense, quien recientemente causó controversia al confesar que él participaba en la recaudación de millones de pesos para López Obrador, al margen de la contabilidad de las autoridades hacendarias y electorales.


“Morena está embriagado de poder”, sentencia Navarrete en entrevista con El Sol de México, aunque asegura que no le intimida el coloso en que se ha convertido el partido oficial. “Muchos años, la izquierda mexicana estuvo en la marginalidad, teníamos seis, siete, ocho por ciento de la votación, y pese a ello luchábamos, nos oponíamos, debatíamos en las cámaras, en las calles, en los medios”.


Dirigente de una de las fuerzas políticas que han impulsado las movilizaciones de la llamada marea rosa y que busca edificar “muros de contención” de los gobiernos morenistas, Navarrete asegura que Claudia Sheinbaum se comporta más como una vicepresidenta electa que como futura mujer de Estado.


Anticipa que los programas sociales que ofrece el gobierno federal son financieramente inviables porque la presidenta electa ha dicho que no hará reformas fiscales y el déficit presupuestal ya ronda el seis por ciento del PIB.


La batalla que viene


Las batallas que darán, en lo que resta del gobierno del presidente López Obrador, serán un termómetro para saber si el FCN tiene los empaques para convertirse en partido político, ¿no?


Efectivamente, una de las resoluciones que se han tomado al interior del FCN es darle cause a la inconformidad que existe en el país en amplios sectores de la población, es convocar una movilización a las afueras del INE en el mes de agosto, exigiendo que el INE cumpla con el espíritu de la Constitución y la disposición constitucional de que ningún partido o coalición puede estar sobrerrepresentada más de ocho por ciento a la Cámara de Diputados, y no como lo pretende Morena y sus aliados, de que esa sobrerrepresentación del ocho por ciento se dé para Morena, por un lado, para el Partido Verde, por el otro, y para el PT, por otro, lo cual vendría a dar como resultado una sobrerrepresentación que llevaría a la coalición gobernante a tener 74 por ciento por ciento de la Cámara de Diputados, habiendo obtenido en las elecciones legislativas sólo 54 por ciento, 20 por ciento más de sobrerrepresentación.


La segunda, expresar nuestro rechazo y nuestra oposición a la reforma constitucional que está en ciernes, para que en el mes de septiembre, instalado el Congreso de la Unión, se proceda a reformar la Constitución para desmantelar la autonomía del Poder Judicial de todo el país y de los poderes judiciales estatales, mediante la elección de ministros, magistrados y jueces, tanto de distrito como locales en los estados.


Ustedes están buscando crear un nuevo partido, pero ¿será de izquierda? Porque Morena tiene monopolizada a la izquierda.


Morena es un movimiento plural, diverso, sin una ideología clara, con un líder carismático que está a punto de terminar la Presidencia de la República, y está por verse si deja el liderazgo de Morena o si será el poder tras el trono. Hay muchas especulaciones al respecto, está por verse qué va a ocurrir, pero por lo pronto Morena está embriagado de poder y piensan que eso va a ser eternamente.


Hay quien dice que Morena estará por décadas en el poder, ¿será así?


Yo creo que no, pero hay que esperar a que termine este sexenio con sus claroscuros y hay que esperar qué va a pasar con Claudia Sheinbaum, que por cierto está enviando señales contradictorias.


¿En qué sentido?


Por un lado, Sheinbaum escoge buenos perfiles para su gabinete y, por otro lado, da la impresión de que actúa como vicepresidenta electa, porque todavía hay un Presidente al que hay que acatar y aceptar todo lo que diga.


Usted conoce personalmente a López Obrador, ¿piensa se hará a un lado cuando asuma el poder Sheinbaum o que estará rondando?


Pues mira, Andrés Manuel tiene características muy especiales, entre ellas que es un hombre de poder, es un hombre que respira poder, que mañana, tarde y noche sueña con él y lo ejerce a plenitud.


En realidad Andrés Manuel no es un presidente de un sexenio. Empezó a gobernar apenas fue electo cuando el presidente Peña Nieto decidió entregar la conducción del país y ya no gobernar. Y ahora, contrario a todas las prácticas anteriores en el país, no gobierna ni le da espacio a la candidata electa, sino que él ejerce el poder hasta las últimas consecuencias. ¿Va a aceptar retirarse a la vida privada a partir de octubre? Es una incógnita. Se cruzan apuestas al respecto y nadie tenemos una respuesta concreta, solamente él.


Pase de estafeta


La incógnita sobre si López Obrador cumplirá su promesa de confinarse en su rancho de Chiapas o si le hará sombra a Sheinbaum es sólo una de las dudas que se abren sobre la gestión de la próxima presidenta.


Otra de las interrogantes es la viabilidad de las finanzas públicas, ya que la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum ha descartado la posibilidad de una reforma fiscal. Al no aplicar nuevos impuestos, las únicas fuentes de ingresos para sostener los programas sociales y los planes de infraestructura son la deuda o mayores recortes al gasto público.


¿Usted cree que es viable financieramente hablando el multimillonario gasto programas sociales en el mediano plazo? ¿Es sustentable?


Si no hay una reforma fiscal que incremente los recursos del gobierno, ese gasto no es posible sostenerlo en el mediano plazo. Entre los recursos que el gobierno tiene que dedicar al sistema de pensiones en general, pensiones del IMSS, pensiones de Pemex, pensiones del ISSSTE y además los programas sociales, con el incremento de la población de adultos mayores, no es posible sostenerlo si no se incrementan los recursos.


Prueba de ello es que el presidente López Obrador, después de agotar todos los fondos y fideicomisos que el gobierno mexicano tenía, de gastarlos en su sexenio, tuvo que recurrir a un déficit fiscal de más de cinco puntos, cerca de seis puntos del PIB, es decir, el gobierno está gastando de prestado, lo cual es muy peligroso, van a tener que bajar el déficit porque no resiste que cinco o seis puntos del PIB se acumulen cada año. No alcanza para tanto.


La resistencia contra las reformas del presidente López Obrador parece ser una batalla de largo aliento. ¿El FCN está listo para dar esa pelea?


Sin duda alguna. Viene una oleada de imposiciones legales de consecuencias lamentables para el país y va a ser una lucha titánica pero hay que ponerse. Este gobierno no puede caminar como en un paseo dominical por la Alameda, haciendo reformas que ellos creen que son correctas, que tienen una intención de control en el país de una sola fuerza política.


Este país no es de una sola fuerza política y hay que demostrarlo. No sé qué vayan a hacer el PRI y el PAN, ese es un asunto de ellos, pero lo que sí vamos a hacer las organizaciones de la sociedad civil es llamar a los mexicanos a que no nos dejemos derrotar, que no nos quedemos callados e impávidos ante la ola de reformas que se vienen.


Al poder hay que confrontarlo y acotarlo, no importa de qué tamaño seamos. La izquierda mexicana muchos años estuvo en la marginalidad, teníamos cinco, siete, ocho por ciento, llegamos a tener 20 por ciento de la votación antes de que Morena ganara las elecciones y pese a ello luchábamos, nos oponíamos, debatíamos en las cámaras, en las calles, en los medios de comunicación. No importa cuántos seamos, hay que seguirlo haciendo.


Carlos Tovar | El Sol de México

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