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Foto del escritorGerardo Villafranco

Sampha: La música como algo que surge del alma

Sampha habla de su obra y de su labor como productor.



Su nombre completo es Sampha Lahai Sisay. Tiene 38 años y nació en el Sur de Londres en 1988, cuando “Pump Up the Volume” de M. A. R. R. S., o Depeche Mode estaban en la cima de las listas británicas y mundiales. Es de ascendencia africana, precisamente de Sierra Leona. Y ahora es un prestigioso productor musical inglés que ha trabajado con artistas tan exclusivos como Kendrick Lamar, Jessie Ware, Travis Scott o Kanye West.


Platicamos con él durante su reciente visita a México, en el marco del festival Ceremonia, en una conversación donde salieron a flote temas como su último disco, su visión de la renacida escena musical inglesa, su piano y hasta lo que le espera a las futuras generaciones.



Sampha, eres parte de una generación que están devolviéndole la frescura a la música. Son muchas las etiquetas que se le han puesto a tu estilo, ¿pero tú cómo lo definirías?

"Es difícil definir la música que hago, porque tengo un montón de influencias, como el funk, el soul, el rythm & blues y la música electrónica".


"Más bien podría definir mi música como algo que surge de mi alma, de mí mismo. Esta mezcla de lo electrónico con lo acústico y las influencias africanas con el poder de Londres y la música jungle… Mucha gente dice que es música electrónica, pero en realidad hay mucha espiritualidad en mis creaciones con influencia de muchas clases de música; es difícil para mí clasificarlo”.


¿Ya habías estado en México antes del festival Ceremonia?


Hace unos diez años estuve por acá y pasé un agradable momento, pero me emociona mucho estar de regreso para este concierto.


Sus padres emigraron de Sierra Leona a Londres en los años 80. Su padre era un asalariado de una transnacional y su madre, aparte de ser ama de casa, era una fanática de las artes y la cultura. Desde los ocho años de edad, Sampha se dedicó al aprendizaje musical. Probó los instrumentos de cuerdas y vientos, pero su verdadera vocación la encontró en el piano.


Al igual que varios artistas de la generación milenial, Sampha halló en internet el principal medio de promoción para sus composiciones. En MySpace, la plataforma favorita de los autogestivos en los años 2000, subía sus videos con sus creaciones. Entonces fue contactado por Mica Levi y The XX.


Ellos apadrinaron el inicio de su carrera, lo introdujeron al mundo de la música independiente del Reino Unido y le consiguieron una colaboración con Jessie Ware. Luego de eso fue firmado por XL, uno de los sellos indie más importantes del Reino Unido.


Hace unos meses presentaste tu segundo disco Lahai, y un par de años antes ganaste el Mercury Prize con tu primer trabajo, Process. ¿Cuáles son las diferencias que tú ves entre ambos?


Hay enormes diferencias entre cada época y la más grande es que me convertí en padre (en la época de Lahai). Antes de eso, en Process, perdí a mi mamá. Pero creo que el convertirme en papá es una de las cosas más grandes que me han ocurrido. Siempre he tenido cuestionamientos sobre la vida, existenciales, espirituales, todas esas preguntas que te haces sobre la vida al crecer.


“Como productor siempre envuelvo mi trabajo con estas dudas -continúa. Ahora en Lahai me pregunté a mí mismo sobre mis ancestros y descendencia, sobre el futuro y mi conexión con el todo cósmico, para transmitir esos sentimientos a la música… Lahai es un disco conceptual sobre el tiempo, la familia, la espiritualidad y sobre cómo todo esto se convierte en uno mismo”.


Su carrera comenzó como músico de sesión, pero sus capacidades instrumentales lo llevaron a la producción y a escribir canciones para artistas de grime y jungle (ambos géneros londinenses donde el baile evoluciona en una especie de refrito de los años 80, sin llegar a la extravagancia del sonido vaporwave de la década pasada).


Luego de colaborar con Travis Scott y Kanye West para su disco The Life of Pablo, Sampha se halló cerca de los artistas de la disquera BrainFeeder, de Flying Lotus. Ahí encontró al que sería su alma gemela musical: Kendrick Lamar.


Regresando a los nuevos artistas británicos ¿Con quiénes te identificas? Debo decirte que gente como Raye, Yussef Dayes e Idles están ganando la atención del público en México. Es como si la música británica actual tuviera más credibilidad que la de Estados Unidos.


Es muy interesante esta pregunta. Históricamente Londres ha sido el centro de las innovaciones sonoras. La gente está abierta a todo tipo de música y expresiones artísticas. Es un lugar muy interesante, especialmente si eres un creador artístico, porque te vas a mezclar con diferentes culturas.


Para mí, Londres es el lugar donde vas a mezclarte con toda la música: Jazz, electrónica, rock, pop, soul, punk, grime... Puedes encontrar de todo. Si te gusta la vida nocturna y salir de noche vas a encontrarte todo eso. Y bueno, la verdad es que ese sentimiento (londinense) también lo vas a encontrar en mi trabajo.


Su primer disco, Process (2017), es un álbum conceptual sobre el dolor. En su adolescencia, Sampha perdió a su padre y a su hermano mayor, quien es reconocido por él mismo como su mayor influencia. Un tiempo atrás, murió su madre a causa del cáncer. Cuando su primer LP salió al mercado, fue elogiado por la crítica musical británica y logró ganar el prestigioso Mercury Prize, imponiéndose a artistas como Alt J, Ed Sheeran y sus mentores The XX.


Hay una lista larga de colaboraciones tuyas con otros artistas. ¿Pero cuál es la que más te ha marcado?


He tenido la fortuna de colaborar con gente que aprecia la música tanto como yo. Que la siente en un nivel elevado. En un grado de crítica artística y de perspectiva personal, la música me ha ayudado en la vida. ¿Sabes? Sobre todo comparto estos métodos creativos con Kendrick Lamar. Soy su fan desde hace mucho y creo que sentimos lo mismo uno por el otro. Es con quien comparto más similitudes a la hora de crear música”.


Me gustaría compartirte algo: Yo también me convertí en padre en 2020. Mi hijo, al igual que la tuya, nació en un momento muy difícil para la humanidad. ¿Cómo vislumbras el futuro en el que ellos crecerán?


Creo que los humanos somos muy resilientes, pero a veces hay cosas que te asustan sobre el futuro. Definitivamente el futuro es un desafío. La clase de porvenir que le espera a mi hija, al tuyo y a las generaciones más allá, tendrá un montón de asuntos metafísicos y cuestiones sobre el aire, la Tierra, sobre la ciencia, la tecnología y nuestra relación con ella.


Es terrorífico sobre todo el asunto de la tecnología, que todo lo hace más rápido. Cuando yo tenía 15 años no imaginaba lo complejo que sería en la actualidad. Seguramente para ellos y los que sigan, las cosas serán mucho más complejas… La tecnología supera nuestras capacidades humanas y nuestro entendimiento. Sí me preocupa el futuro”.


Para un hombre de 38 años que creció escuchando a Stevie Wonder (por cierto su disco favorito es Songs in the Key of Lifer), al sonido Motown y al house ochentero; que viene de una generación bisagra que vivió el final de la masificación de los discos de vinil contra los medios digitales y contra el regreso de los mismos discos de vinil, pareciera que el futuro no sería un asunto de preocupación.


Pero los cánones actuales, donde se puede hacer vida después de los 40 años, tienen todo a favor de Sampha, quien por cierto es un hombre sencillo, de trato amable y cortés. Al final de la entrevista, él mismo consiguió una botella de agua y sirvió cada vaso de los presentes en la sesión. Algo que raras veces podrás ver en un rock star.



Antes de concluir, ¿qué nos puedes decir sobre tu piano? ¿Qué significa para ti?


Mi piano es una extensión mía. Es un instrumento muy especial y poderoso. Su simplicidad física lo hace completamente instrumental. Está en el Top 10 de los inventos hechos por la humanidad. Mi relación con él es muy afortunada, es una llave que abre la caja de las emociones. Me deja documentar los sentimientos y por eso tenemos una relación muy, muy especial”.


Francisco Hernández Ramos | El Sol de México

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