El obispo expresó su perdón hacia quienes, según sus palabras, lo han perjudicado tanto en el plano físico como moral.
El obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, quien afirma haber sido drogado en un presunto intento de secuestro y robo de su vehículo, sorprendió a la comunidad al anunciar públicamente su decisión de perdonar a aquellos que le causaron daño.
En un mensaje difundido a través de las redes sociales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rangel expresó su perdón hacia quienes, según sus palabras, lo han perjudicado tanto en el plano físico como moral.
"Con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima", declaró el obispo.
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Este gesto de perdón, que podría considerarse poco común dadas las circunstancias del incidente, también incluyó una solicitud de comprensión y respeto hacia su decisión por parte de los medios de comunicación.
Rangel enfatizó que, en aras de su seguridad y bienestar físico y moral, ha optado por no presentar ninguna denuncia contra aquellos que lo perjudicaron. "No presentaré ninguna denuncia contra las personas que tanto mal me han hecho", afirmó.
Además, el obispo expresó su gratitud hacia todas aquellas personas que han mostrado solidaridad con él durante este difícil período. Reconoció especialmente a aquellos que ofrecieron sus oraciones por su pronta recuperación y bienestar.
"Agradezco a todas las personas que se han solidarizado conmigo. Mi especial gratitud a todos aquellos que hicieron oración por mi vida y pronta recuperación", expresó Rangel.
La decisión de Salvador Rangel de perdonar a quienes lo han perjudicado genera polémica y diversos comentarios dentro y fuera de la comunidad religiosa.
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