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  • Foto del escritorAlfonso López Orrante

Maduro, un maestro del fraude

Maduro dice que va a gobernar para todos, claro antes tendrá que ver que hace con los “revoltosos de la oposición”.



El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se consumó el domingo como uno de los mejores especialistas en legalizar los fraudes electorales para mantenerse en el poder, ninguna encuesta de salida –que por cierto están prohibidas por obvias razones–, le daba el triunfo en las urnas, pero eso no le importó, él ganó.

No importa que Estados Unidos y el resto del mundo exija recuentos o algún otro recurso, el mandatario chavista ya se afianzó en el poder para un nuevo gobierno, es tan válido su triunfo y legal, que incluso él puede argumentar que permitió que observadores internacionales (puros amigos) avalaran su triunfo.


No hay como refutárselo, el asunto es que esta vez fue más difícil para Consejo Nacional Electoral (CNE) –poner la cara dura– y salir a decir que ganó Maduro, que por cierto también controla esa entidad electoral, en el caso del Presidente no tuvo empacho a decir que ganó voto por voto y por su puesto exigió respeto a la soberanía venezolana.

Faltaba más, ya colocado otra vez con la armadura de los resultados del CNE, se presentó desafiante contra su homólogo argentino, Javier Milei y lo reto a un “tiro” cara a cara al llamarlo fascista, el momento se prestó para la mofa y la burla, el dictador calificado de extremista a su vecino. ¡No hay a cuál irle! Pero hay tiro.

Por su puesto que Milei ya dijo que no va a reconocer el fraude en Venezuela, pero la verdad sea dicha no creo que le preocupe mucho a Maduro lo que su par de Argentina diga y haga, él ya ganó y eso nadie se lo va a quitar, desde que llegó al poder siempre ha hecho lo mismo, nunca ha tenido un triunfo claro o real. Eso lo sabía la oposición.

Y así decidió participar con un desconocido, el exdiplomático Edmundo González Urrutia, que en realidad representaba a María Corina Machado, claro que el chavismo valoró que el impacto mediático era menos fuerte si le arrebataban el triunfo a un desconocido, que a una luchadora política de larga data. Y así fue.

Por su puesto, la oposición está en su papel al reclamar un fraude y exigir un nuevo conteo, el asunto es que las autoridades electorales están del lado de la dictadura chavista y las veces que sea necesario le van a dar el triunfo a Maduro, para eso fueron puestas.

En el exterior, Estados Unidos pide un recuento de votos y seguro lo van a realizar con el mismo resultado de los primeros minutos del pasado lunes, “triunfo para Maduro”. Países vecinos latinoamericanos exigen una reunión urgente con la Organización de Estados Americanos (OEA), pero se les olvida que Venezuela se retiró de ese organismo, así es que no le importa una, dos, tres o mil reuniones, no les interesa lo que ahí se diga o se proclame.

Maduro dice que va a gobernar para todos, claro antes tendrá que ver que hace con los “revoltosos de la oposición” que cuestionan su claro triunfo electoral, el cual por algún momento fue trastocado con un ataque “terrorista” al sistema de conteo del CNE, pero ya hay una investigación en ese sentido.

Aunque no queda claro, porque si tenían la certeza de haber ganado la elección del pasado domingo, incluso el jefe de la campaña oficialista Jorge Rodríguez decía que ya estaba planchado el triunfo con los datos que él tenía, entonces porque el vicepresidente Diosdado Cabello llamó a los chavistas y colectivos (paramilitares) a tomar las calles.

Eso no se entiende de primera mano, o será que estaban listos para actuar en caso de que la oposición se tornara violenta, no solo fue el llamado del vicepresidente, la Policía Militar y el Ejército se apersonaron en las calles para proteger la democracia y el voto de la mayoría de los venezolanos, o, al menos, eso fue lo que dijeron.

Los cara dura se atrevieron, encabezados por el fiscal general de Venezuela, a vincular a la líder opositora María Corina Machado con un supuesto hackeo del sistema electoral para "adulterar" los resultados de los cuestionados comicios en los que fue reelecto el Maduro.

Hay más, Maduro denunció que "se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado", luego de que la oposición desconociera su reelección para un nuevo mandato de seis años. Ese grito de auxilio espera calmar la presión mundial a su triunfo, no se le olvide que es un experto en hacer fraudes.



El mandatario de Venezuela tiene la capacidad de saber esperar o de reprimir y no dude que va a volver a tomar esa fórmula para apagar el fuego político, que por cierto ya sufrió una bocanada de agua fraudulenta con el anuncio de los resultados del CNE, ahora necesita que las cosas se enfríen y que la oposición se desinfle.

También, cabe la posibilidad de que la oposición se empodere y no deje las calles; se necesita que la presión a nivel mundial sea más intensa y un punto muy importante –que se avizora casi imposible– que el Ejército le dé la espalda. Como se ve las cosas habrá Maduro, pobreza, trasiego de drogas y migración seis años más. O usted ¿Qué cree?

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