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  • Foto del escritorAlfonso López Orrante

Los Zelaya otra vez en problemas

El hermanito de Manuel y cuñado de Xiomara, el diputado Carlos Zelaya, reconoció que tuvo encuentros con capos del narcotráfico hace 11 años.



La familia política de Xiomara Castro, presidenta de Honduras, se ha convertido en una situación muy incómoda para poder seguir gobernando, bueno eso es un decir, porque más de uno asegura que su esposo, el derrocado presidente Manuel Zelaya, es quien lleva la voz cantante en el país centroamericano.

El hermanito de Manuel y cuñado de Xiomara, el diputado Carlos Zelaya, reconoció que tuvo encuentros con capos del narcotráfico hace 11 años, cuatro años después de que su hermano fuera derrocado, tras intentar reformar la Constitución para tratar de perpetuarse en el poder siguiendo el ejemplo del fallecido Hugo Chávez.


Carlos Zelaya no le quedó de otra, pues durante el juicio del antecesor de Xiomara, el expresidente Juan Orlando Hernández, condenado en Nueva York a 45 años de prisión por sus vínculos con el narco, fue mencionado.

El hecho de aceptar que habló con los capos hondureños, provocó la renuncia de su hijo y sobrino de la Presidenta, José Manuel Zelaya, quien era el ministro de Defensa, antes de que se destara esta ola de renuncias, la mandataria rompió el acuerdo de extradición con Estados Unidos, por si las moscas.

“Para que se investigue con toda libertad, he presentado mi renuncia como Ministro de Defensa ante la Presidenta @XiomaraCastroZ resaltando la integridad y el honor de mi padre @CarlosZelayaR”, escribió el ministro en la red social X. Pero esta revelación y renuncias parecen solo el comienzo de una crisis de credibilidad del actual gobierno.

La segunda parte del plan de la presidenta Xiomara tiene que ver con la no intervención en asuntos domésticos, un discurso típico de los mandatarios de la vieja izquierda, que lo les gusta que les critiquen nada tenga cola que les pisen o no, pero hoy el mundo no está aislado y lo que se hace en un país puede repercutir en muchos otros.

El cuñado de la mandataria, por su lado, trabaja para evitar salpicarla, pero parece demasiado tarde, dijo que “esa reunión nunca tuvo el aval del presidente Zelaya, nunca tuvo ni el aval ni el acompañamiento, mucho menos conocimiento de esa reunión, ni la presidenta Castro, fue una reunión unilateral de mi parte”, aseveró.

Su declaración ante la Fiscalía y la prensa se dio tres días después de que la presidenta izquierdista anunciara su decisión de cancelar el tratado de Extradición con Estados Unidos, que permitió extraditar y encarcelar a 50 hondureños ligados al narcotráfico, entre ellos poderosos políticos.

A finales de febrero pasado en una corte federal de Nueva York, un reconocido narcotraficante convicto explicó en el juicio contra el presidente Orlando Hernández qué tipo de material le había entregado a la DEA como parte de su labor de informante infiltrado en organizaciones de narcotráfico.

Devis León Rivera, cabecilla de la banda de Los Cachiros, declaró que había facilitado al organismo antinarcóticos “muchos” dispositivos de memoria USB que contenían audios y videos.

El abogado Raymond Colón, quien defendía a Hernández de cargos de narcotráfico, preguntó en la misma audiencia si en uno de los dispositivos estaría el político Carlos Zelaya del Partido Libre. Rivera respondió afirmativamente.

"¿Cuánto dinero le dio a Carlos Zelaya?", indagó Colón. "Aproximadamente entre 100 mil y 200 mil dólares, señor", respondió Rivera. "¿Y Carlos Zelaya es el hermano del expresidente de Honduras Mel Zelaya?, preguntó Colón. “Sí, señor”, asintió el informante.

La declaración no produjo mayores titulares, pero las circunstancias y el tiempo en el que Rivera trabajaba para la DEA sugieren que en esos dispositivos de memoria podría estar el guión completo de una reunión que el propio Carlos Zelaya hoy cita como el origen de su renuncia como diputado y secretario general del Congreso.

En la corte de Nueva York Rivera indicó que sí hubo contribuciones y que a cambio de estas los narcos tenían al menos una petición para Carlos Zelaya: la devolución de los bienes incautados a Carlos Lobo, narcotraficante hondureño que años después cumplió una condena de 10 años en Estados Unidos por cargos de drogas.

En la corte no se presentó ninguna evidencia de pagos a Zelaya, pero el político explicó el pasado sábado que la justicia de Honduras había abierto una investigación a quienes fueron mencionados en el juicio a Hernández y de allí su presencia en el Ministerio Público.

Carlos Zelaya parece el operador o vínculo de la familia con los asuntos sucios, además es muy posible que este primer vínculo solo sea la punta de iceberg de una alianza con los dineros de narco a cambio de favores, que pueden ir desde libertad para operar hasta la protección y regreso de bienes incautados.


Lo que hoy sucede en Honduras, ya lo vimos con la familia política del presidente de Venezuela Nicolás Maduro, también el tráfico de influencias en la familia de la expresidenta chilena, Michelle Bachelet, el enriquecimiento ilícito de los Kirchner o de la familia Ortega en Nicaragua, claro esto siempre bajo el cobijo a su derecho al respeto de la soberanía de sus países.

Es la bandera de algunos presidentes de la izquierda latinoamericana, que madamas tocaron el poder y enfermaron de corrupción tomando como a sus mejore salidos a los cárteles de la droga, que siempre buscan con sus dineros negros comparar todo lo que sea necesario para seguir funcionando. O usted, ¿qué cree?

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