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  • Foto del escritorEl Sol de México

Libertad creativa: Daniel Melero, un artista en constante búsqueda

Ultracromático, su más reciente disco, parece ubicarse a medio camino entre la canción pop y lo experimental.



Daniel Melero vive desde hace varios años en una especie de etapa de total libertad creativa, producto de vivir como artista independiente y completamente ajeno a las tendencias del mercado musical.


El argentino acaba de estrenar Ultracromático, un disco en el que parece ubicarse a medio camino entre la canción pop y lo experimental, mientras reflexiona en torno a las redes sociales, el activismo climático y otros fenómenos de nuestros días.



Y lo hace también desde la posición del artista consagrado que, si bien no está en el ojo de las masas, sí tiene el reconocimiento total de ciertos sectores, lo que lo ha hecho objeto de un reciente documental y de un disco tributo.


También es de llamar la atención su singular relación con la tecnología, pues mientras se conoce su amplio trabajo en la música electrónica e incluso ha incursionado en el mundo de los NFT, al mismo tiempo se mantiene ajeno a la comunicación en línea y asegura que ni siquiera usa teléfono móvil.


De hecho, en Ultracromático hay una canción llamada “Angustia en la interfaz”, que parece ser una crítica a las redes sociales.


“Yo no lo tomo como una crítica, sino como una forma de señalar algo que veo, de esa exigencia de la felicidad pública oculta, que en realidad muchas veces es angustia y ansiedad. Y me pareció interesante enfocar el tema ahí, no es que critique, más que criticar te puedo decir que no me gusta ese tipo de vida”, aclara.


Y aunque Daniel Melero sí tiene redes sociales en las que comunica todas las novedades relacionadas con su trabajo, aclara que estas son manejadas por su equipo de trabajo.


Por otro lado, se lanza con cierto sentido del humor contra los activistas medioambientales en la canción “Gente ok”.


Dice que escribió ese tema mientras pensaba en lo que son actualmente las manifestaciones climáticas alrededor del mundo occidental.


“Básicamente son eventos en los que todo el mundo tiene que sacarse una selfie para mostrar que estuvo, pero en definitiva no se logran producir cambios con esas cosas”, señala.


Otro de los temas destacables del nuevo disco es “La madre de Godzilla”, una canción cuyo significado no parece del todo claro y sobre la que comenta:


“Es una canción que básicamente apela también a la desmesura monstruosa de la idolatría… Pero no tiene nada que ver con el filme que acaba de salir, digamos que se trata de una sincronía no buscada”.



Una reflexión contemporánea


¿Pero es realmente Ultracromático un disco que se ubica a medio camino entre lo experimental y la canción pop? Él lo ve de otro modo:


“Para mí es un álbum de canciones, sólo que en algunas decidí no incluir la letra, porque la letra sólo era una guía para construir un tema que en definitiva iba a ser instrumental,

pero que sí era una experiencia y un juego que nos gustó. Y también estructuralmente hay temas que sí se asemejan más al formato de una canción tal como la conocemos, pero tal vez las letras tienen un contenido de reflexión contemporáneo, quizá más que otras veces o que en otros de mis discos”.


El año pasado también destacó que en México le hicieron un disco tributo, titulado Líneas Estratégicas, algo que, dice, lo emocionó mucho.


Para mí eso fue un enorme halago y también muy emocionante, porque el hecho de encontrar o escuchar música de otro o incluso la propia, es meterte en un tiempo que ocurrió, pero imagínate que de pronto ves que alguien toca canciones tuyas que en su momento fueron ignoradas o poco señaladas, y el hecho de que tengan un eco es algo sensacional y es algo que te aseguro que pocos artistas pueden tener, porque un tributo como ese no tiene otro objetivo y es mucho mejor que un premio de cualquier academia”.


Se trata de un disco de 45 canciones. ¿No te pareció excesivo?


“Pues… Puede ser, pero es algo que a mí me toca de manera personal y la verdad es que fue y es algo así como mi máximo galardón”.


Lo que sí está en concordancia con esa cantidad de canciones es la abundante producción discográfica que lo respalda -más de 25 discos como solista, sin contar sus trabajos con otros grupos, colaboraciones y producciones para terceros-, algo que dice que es parte de su forma de trabajar.


“Quizá se me ve como un artista muy prolífico porque para muchos existe una división entre componer, luego grabar y luego producir, pero para mí todo ese sistema está englobado en la grabación misma… Yo creo mucho en la producción y en el proceso, sobre todo en el proceso, porque es algo que me facilita mucho reorientar las cosas y también hacer que luego tengan un aspecto que decido”.


Y también en la línea de los homenajes -o en todo caso, autohomenajes- en 2023 salió un documental titulado Operación Travesti, realizado por el propio manager del artista, que ya se ha proyectado en salas argentinas y que posiblemente llegará a otros países en el futuro.


Regresando al tema de las plataformas digitales y de cómo a veces el catálogo de un artista como él se diluye o se ve eclipsado por la popularidad de un solo disco (en este caso el álbum Colores Santos, a dueto con Cerati), responde:


“Eso queda a juicio de los demás. Yo creo que justamente las plataformas lo que menos estimulan es la curiosidad, que se aferran al gusto y que limitan cualquier pensamiento curioso, porque supuestamente están tratando de darte “la mejor experiencia” como si se tratara de ver qué le hace mejor a tu sistema digestivo cuando vas a elegir qué comer".


"Las plataformas mantienen un sistema ya controlado y la función del arte es justamente la contraria. De todas maneras yo aprecio a aquellos que escuchan Colores Santos, no es algo que me produzca un problema, en definitiva”.


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