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El clavadista Osmar Olvera quiere igualar o superar a Joaquín Capilla en París

El fenómeno que supone Osmar Olvera involucra varios factores.



En la nutrida tradición de los clavados mexicanos, el nombre de Joaquín Capilla funciona a modo de ley. El clavadista Osmar Olvera nacido en el entonces Distrito Federal ganó cuatro medallas entre los Juegos Olímpicos de Londres 1948 y Melbourne 1956.


Por décadas, sus hazañas desde la plataforma y el trampolín, en un alarde del clavadista total, han sido vistas como algo inalcanzable. Es precisamente ese reto. Sin embargo, lo que mueve al joven Osmar Olvera, quien a sus 20 años encara París 2024 como un fenómeno de la disciplina y como un firme candidato a subir al podio en las dos pruebas en las que competirá.



“Actualmente a quien quiero igualar o quiero superar es obviamente a Joaquín Capilla. Es el mejor no solo clavadista sino atleta mexicano, con más medallas olímpicas, se puede decir que él”, dijo el clavadista, en entrevista con ESTO.


Aunque hablar de Joaquín Capilla podría parecer un atrevimiento. Lo cierto es que desde aquel entonces no se había visto en México un clavadista con condiciones semejantes.

A pesar de su juventud. Osmar Olvera ya ha hecho historia al convertirse en el mexicano con más medallas en Campeonatos Mundiales, con cuatro, una de oro, una de plata y dos de bronce.


“Se siente padre, se siente bien, y más aún sabiendo que voy iniciando. Que todavía me queda mucho camino por recorrer, que todavía tengo sueños que quiero cumplir, entonces eso me motiva aún más”.


El fenómeno que supone Osmar Olvera involucra varios factores. El talento de alguien que nació para eso, pero también la capacidad de trabajar incansablemente por un sueño. Quienes lo conocen, lo describen como un obsesivo del trabajo. Aunque él apunta a su pasión por los clavados como el punto determinante de su éxito.


“Parte fundamental es el trabajo, el trabajo duro me gusta, me gusta entrenar, me gusta estar en la alberca hasta que me salgan las cosas. Pero creo que lo que me hace especial es que de verdad amo este deporte, es mi pasión y disfruto competir, disfruto estar en ese trampolín, disfruto hacer cada clavado y creo que esa es parte del por qué creo que me ha ido muy bien”.



Quiere ganarle a los chinos


La historia de Osmar también es la historia de una obsesión. Cuenta su padre que cuando era chico se acercó a él para decirle que, si convencía a su mamá de dejarlo ir a Guadalajara a entrenar clavados, le prometía ganarle a los chinos.


A sus ocho años. El niño veía a través del televisor los Juegos Olímpicos de Londres y la perfección en la ejecución de los clavadistas de China se le quedó grabada.


“Veía que los chinos siempre estaban ahí y yo creo que eso fue. Eso hizo clic en mi mente y dije ellos siempre ganan, pues les quiero ganar a ellos, y obviamente fui creciendo, vi que también ha habido clavadistas que les han ganado, pero al final siempre están ellos en el primer lugar, peleando siempre al primer lugar, entonces ese es el rival a vencer desde hace mucho tiempo”.


Pese a todo, eran tiempos buenos para los clavados mexicanos, con competidores capaces de hacer escuela con su ejemplo.


“Quienes me inspiraron fueron justamente en Londres 2012, ver ganar a Iván García, Germán Sánchez, ver ganar a Paola Espinosa, a Alejandra Orozco, a esta Laura, verlos a ellos ganar sus medallas, fueron quienes me inspiraron y por quienes yo les dije a mi mamá quiero estar ahí, y quiero ganar a los chinos, entonces se puede decir que ellos fueron mi primera inspiración”.


José Ángel Rueda | ENVIADO | ESTO

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