Irán e Israel son enemigos jurados.
El pasado fin de semana, Irán dio un paso al frente y dejó de lado los ataques indirectos contra Israel, lanzó 350 drones y misiles a ese país, en respuesta al ataque de israelí contra la embajada iraní en Damasco, Siria, el pasado 1 de abril. Teherán es el principal financiador de Hamas y Hezbolá, pero eso quedó atrás, hoy su ofensiva militar es frontal, lo que no avizora buenos tiempos en el mundo.
No hay que olvidar, que Irán es una potencia de armas nucleares y que está aliado a China y Rusia en su lucha contra Occidente. No solo eso, es una potencia petrolera, ubicado como el tercer país con mayores reservas, pero, sobre todo, considera que el estado de Israel no debería de existir.
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Irán no solo tiene una afrenta con Israel, también Estados Unidos tiene un rencor enconado con ese estado teocrático, que nació precisamente, tras la salida del sah Mohammad Reza Pahlevi y que después desató la crisis de los rehenes en un periodo de 444 días, durante el cual un grupo de estudiantes iraníes tomó como rehenes 66 diplomáticos y ciudadanos de Estados Unidos.
El sah Mohammad Reza Pahlevi y su familia estuvieron en nuestro país, aterrizaron en un avión privado en la Ciudad de México, el 11 de junio de 1979. El exilio del rey de Irán se logró por la invitación del entonces presidente José López Portillo y las amplias gestiones diplomáticas de Henry Kissinger. De la CDMX se trasladó a Acapulco, Guerrero, donde su hermana tenía una casa.
La afrenta que exigía que Estados Unidos le entregara al sha, no ha sido cobrada del todo por la Unión Americana, por eso, y otras razones de ofensas militares, de temor nuclear y de abusos sistemáticos a los derechos humanos, es que Washington también tiene deudas pendientes con Teherán.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, aseguró que el ataque fue una "lección instructiva al enemigo sionista". El castigo del agresor se realizó con base al "derecho legítimo de defenderse", tras la muerte de siete militares en un bombardeo atribuido a Israel contra el consulado iraní en Damasco el 1 de abril.
La dimensión de la respuesta iraní, sin embargo, sorprendió a la comunidad internacional. Teherán no atacaba Israel desde 1979, fecha en la que se instauró la República Islámica en el país.
En los últimos 45 años, Irán e Israel, enemigos jurados, se acostumbraron en lanzar operaciones clandestinas no reivindicadas o en apostar por acciones llevadas a cabo por organizaciones no estatales, como el Hezbolá libanés o Hamas palestino ambos respaldados por Teherán.
Hossein Salami, el comandante de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, fue más directo: "La nueva ecuación es la siguiente: a partir de ahora, en caso de ataque israelí contra intereses, personalidades o ciudadanos iraníes en cualquier lugar, habrá una respuesta".
El diario estatal iraní Javan celebró el "histórico" éxito del ataque y subrayó el hecho de que representaba la "nueva estrategia del poder en la región". El ataque es "una prueba que necesitaba Irán para saber cómo actuar en futuras batallas", añadió el rotativo ultraconservador.
El periódico reformista Ham Mihan subrayó a su vez que "la respuesta directa" de Irán "puso fin al statu quo y rompió las reglas del conflicto que opone a ambas partes" desde hace décadas. "Ya no hay una guerra en la sombra entre los dos bandos", que "pueden atreverse a atacar directamente al otro", escribió.
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Irán apoya con fuerza a Hamás en la guerra contra Israel en la Franja de Gaza, que empezó el 7 de octubre tras el sangriento ataque del movimiento islamista palestino en el sur de Israel. Para hacerlo, trata de debilitar a Israel a través de acciones de sus aliados, como los hutíes de Yemen o el Hezbolá libanés, apuntan los expertos.
Irán también había apostado por una reacción limitada en 2020, cuando un bombardeo estadounidense mató al general Qassem Soleimani, un importante jefe de los Guardianes de la Revolución, afirman los expertos.
Cuatro días después, lanzó misiles contra dos bases estadounidenses en Irak, pero advirtiendo a Washington antes del ataque, según fuentes estadounidenses. Ningún soldado murió en la agresión. En el ataque del fin de semana a Israel, Washington desmintió que Teherán le hubiera avisado con antelación sobre ese ataque.
Ahora Israel prepara su respuesta, no lo dude, el problema es que ellos no realizaran un ataque correctivo, o de advertencia sino más bien una ofensiva de poderío militar, porque a últimas fechas, están fuera de sí, y eso es lo que más preocupa al contexto mundial una escalada que involucre a todo el mundo de una u otra manera. O usted, ¿qué cree?
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