Una persona con debilidad visual o ceguera se encuentra en desventaja al enfrentarse a un sismo.
Una mejor señalización, líneas guía y apoyo por parte de la población es lo que requieren personas ciegas y débiles visuales ante situaciones de desastres naturales, como los sismos, consideraron integrantes de esta comunidad en Mexicali.
A 14 años del terremoto de 2010, miembros de la Asociación de Ciegos y Débiles Visuales comentaron a LA VOZ DE LA FRONTERA algunos de los retos que enfrenta esta población ante la llegada de un sismo, un fenómeno natural que representa un riesgo para todos los ciudadanos.
Celina Montiel Rodríguez, representante de la asociación, consideró que una persona con debilidad visual o ceguera se encuentra en desventaja al enfrentarse a una situación de riesgo como un sismo, dado que si bien pueden valerse de otros sentidos como el olfato, el oído o el tacto, a veces es imposible percatarse de los peligros en la zona.
“La vista te da perspectiva de tu entorno, y si en un momento dado tu alcanzas a ver que se está cayendo algo, la persona ciega no se daría cuenta, o si está algo en el piso, por donde salir, a lo mejor tú podrías captar un poquito de luz si se caen las cosas y poder salir por ahí, pero la persona ciega no”
La entrevistada consideró que a nivel general a la población le hace falta mayor capacitación a la hora de enfrentarse a este tipo de fenómenos, tanto emocional como técnica, pues en ocasiones ni siquiera la gente que labora en instituciones de gobierno o asistencia tiene los conocimientos necesarios para apoyar a personas con discapacidad ante un evento sísmico.
Para Miguel Ángel Cota Méndez, también integrante, lo más complicado en una situación de sismo para alguien con debilidad visual es el lograr desplazarse a un lugar seguro, sobre todo cuando se encuentran en lugares extraños para ellos.
Esto pues a pesar de que muchas veces se encuentran rodeados de personas que les ofrecen apoyo, al momento de enfrentarse solos a este tipo de emergencias se encuentran con que en muchos lugares no hay señalamientos o líneas guía que les permitan ponerse a salvo por sí mismos.
“Por ejemplo en los mercados no hay un señalamiento, es más como tratarte de ubicar más o menos en donde te encuentras para tomar una ruta de evacuación, pero no hay como una guía que te pueda ayudar a salir directamente hacia afuera”.
Miguel Ángel resaltó que el no contar con este tipo de guías incrementa el temor y ansiedad que puede sentir una persona con debilidad visual, situación que le tocó experimentar en una ocasión al enfrentarse a un temblor en una conocida plaza comercial de la ciudad, la cual no contaba con señalamientos, aunque afortunadamente recibió el apoyo de otras personas para poder salir.
El entrevistado puntualizó que le gustaría que existiera más conciencia sobre la necesidad que tienen las personas débiles visuales para desplazarse, ya que con excepción de algunas instituciones y oficinas de gobierno, en la ciudad no existe una buena señalización que les permita realizar sus actividades diarias con mayor facilidad.
José Yahir Rodríguez Acuña, por su parte, expresó que en ocasiones es más fácil para las personas ciegas o débiles visuales caer en pánico ante eventos sísmicos, sobre todo cuando las personas a su alrededor, que no cuentan con una discapacidad, se encuentran en esta misma condición.
“Si bien las mismas personas que pueden ver suelen tener momentos donde el pánico les gana y es en esos casos donde quieren salir corriendo, y muchas veces eso hace que no presten la suficiente atención a las medidas de seguridad, y para una persona que no ve es mucho más complicado”
Para evitar que el miedo crezca ante estas situaciones, consideró José Yahir, es conveniente que las personas que no tienen problemas de la vista se mantengan en calma ante un sismo, o al menos que lo aparenten durante el tiempo suficiente para auxiliar a las personas ciegas.
“Es importante que una persona que ve, mantenga la calma para que así pueda ser de ayuda para la persona que no mira, porque si la persona que ve no tiene calma ¿Pues cómo se va a lograr algo?”, cuestionó.
A pesar de que tanto la Ley de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgos del Estado de Baja California como el Reglamento Municipal de Protección Civil de Mexicali hacen énfasis en la necesidad de fomentar la cultura de prevención ante desastres naturales, ninguno de los dos reglamentos hace mención a acciones destinadas a personas con alguna discapacidad visual, auditiva, mental o motriz, que forman parte de la población vulnerable ante este tipo de situaciones.
Zona sísmica
El llamado a conciencia que hacen los integrantes de esta asociación, tanto a la población en general como a las autoridades y empresas, tiene aún más peso en el caso de una ciudad como Mexicali, que está cerca de 13 fallas geológicas, según información de la Unidad Municipal de Protección Civil.
Las fallas identificadas por las autoridades en la zona son San Andrés, Imperial, Brawley, Tulicheck, Hidalgo, Cerro Prieto, Cucapah, Laguna Salada, El Sinore, San Felipe, San Jacinto, Los Algodones y Yuha, todas con diferentes niveles de actividad.
Tan sólo en febrero de este año, se reportó una intensa actividad sísmica en la llamada Falla de Imperial, la cual pasa directamente por Mexicali, y que generó la implementación de una alerta amarilla por parte de las autoridades estatales y municipales.
Durante este evento, las autoridades de Protección Civil reportaron más de 180 réplicas de los sismos que se presentaron en la zona, siendo la más fuerte de alrededor de los 4.8 grados.
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