El presidente fundamenta la propuesta en la necesidad de preservar la integridad del derecho internacional.
El gobierno de México, encabezado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), propuso una medida contundente en el ámbito internacional: la expulsión de cualquier estado que viole la soberanía o la embajada de otro país.
Esta propuesta, a raíz de la violación de la embajada de México en Quito, Ecuador por las fuerzas policiales de ese país, busca reforzar el respeto a la soberanía y al derecho de asilo, pilares fundamentales del orden internacional.
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En su discurso ante la Asamblea, López Obrador afirmó con firmeza: "Es el momento para que cualquier Estado que viole la soberanía de una embajada de otro país y que vulnere el derecho de asilo, el derecho internacional, se le expulse de la ONU". Esta declaración resuena como un llamado a la acción en defensa de los principios básicos que rigen las relaciones entre naciones.
La propuesta del titular del Ejecutivo no solo aboga por sanciones directas, sino que también plantea un mecanismo claro para su implementación. Sugiere que el Tribunal de Justicia Internacional sea el encargado de resolver sobre estos casos, y que sus decisiones sean sometidas a votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Esta medida, de ser aprobada, eliminaría el derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU en tales situaciones, garantizando una respuesta firme y unificada ante las violaciones de embajadas y del derecho de asilo.
El líder de Morena fundamenta la propuesta en la necesidad de preservar la integridad del derecho internacional y evitar que la ONU se convierta en un mero adorno sin capacidad de acción efectiva.
Hace referencia al caso reciente de Ecuador, donde se produjo una violación flagrante de la soberanía de la embajada de un país extranjero. Para el presidente mexicano, permitir tales acciones sin consecuencias sería equivalente a instaurar "la ley del más fuerte", un mundo donde prevalece la fuerza sobre el derecho.
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El mandatario enfatizó que esta propuesta no solo busca castigar las transgresiones, sino también proteger a aquellos perseguidos por razones políticas. Defender el derecho de asilo, según López Obrador, es parte de la tradición de política exterior de México y un compromiso con los valores humanitarios universales.
Es una manifestación concreta del deber de solidaridad internacional hacia quienes enfrentan persecución por sus creencias o actividades políticas.
La propuesta de expulsión de estados que violen la soberanía y las embajadas planteada por el presidente representa un llamado a la acción colectiva en defensa de los principios fundamentales del orden internacional.
En un momento en que el mundo enfrenta numerosos desafíos y amenazas, la defensa del derecho internacional y los valores humanitarios adquiere una importancia crucial para el mantenimiento de la paz y la seguridad globales.
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