Lo cierto es que a Biden no le ganaron en el debate, sino que él lo perdió.
Las especulaciones alrededor de la candidatura de reelección del demócrata y actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fueron el foco de atención el pasado fin de semana, y no es para menos, el debate fue un verdadero fracaso para el actual mandatario, que se le vio sin fuerza para competir por otro período, su equipo argumentó que estaba resfriado… Pero las dudas en torno a él son muchas.
Lo cierto es que a Biden no le ganaron en el debate, sino que él lo perdió, por su falta de empuje, por cansancio, por achaques de su edad, y es que su rival republicano y ex presidente Donald Trump, no supo aprovechar la oportunidad, más bien lució como un mentiroso sin escrúpulos. Si algo le molesta al electorado estadounidense es que le mientan, pero el magnate no sabe hacer política de otra manera.
Escuchando y viendo el debate en la cadena CNN, el intérprete en español de Biden pasó la hora y media más difícil de su carrera, no sabía cómo traducir lo inentendible que pronunciaba el mandatario, quien tras terminar el debate comenzó a recibir una andanada de críticas de propios y extraños a su partido, que reclamaban declinar a la candidatura.
También, es verdad que la familia de Biden cerró filas con el Presidente y le dieron todo sus respaldo, en su intención de competir por otro mandato, pese a que tienen información de sus padecimientos: Apnea del sueño obstructiva, fibrilación atrial no valvular, hiperlipidemia, reflujo gastroesofágico, alergias por temporada, marcha rígida y neuropatía sensorial periférica de los pies.
Quizá el problema no sea que renuncie a la candidatura presidencial, sino quien lo puede sustituir para ganarle a Trump, que pese a su larga lista de mentiras tiene una buena base votante que cree ciegamente en él, en volver hacer a Estados Unidos grande, en echar a miles de migrantes en sus primeras horas de un nuevo gobierno, de prohibir muchas de las libertades sociales conseguidas durante muchos años, entre otras muchas cosas.
Los mismos demócratas saben que no hay, quien le pueda hacer frente a Trump, cualquiera que propongan, lo único que van a asegurar es una derrota, que dicho sea de paso tendrá impacto a nivel interior en Estados Unidos, pero también para el resto del mundo, ya sabe que al magnate no le interesa la política ambiental, la alianza de la OTAN, según él pude eliminar por completo a Hamas.
Además, le gusta tenderle la mano a dictadores como Kim Jong-Un, Vladimir Putin, no cree en la Unesco, en la OMS, entre muchas otras barbaridades que ya enseñó en su primer mandato, ya sabe usted que la máxima de Trump es que él nunca pierde.
Por eso, tras el desastroso desempeño de Biden en el debate, algunos analistas han pedido que se evalúe o retire la candidatura del Partido Demócrata, que realizará su convención del 19 al 22 de agosto de 2024 para determinar a su candidato para la presidencia.
Sin embargo, en las elecciones primarias de dicho partido logró ganar a varios delegados para asegurar su nominación. A menos que Biden renuncie por cuenta propia antes o después de la nominación, no hay un mecanismo claro en las normas del Comité Nacional Demócrata para evitar que sea el candidato.
Persuadir a Biden para que renuncie requeriría la colaboración de su esposa, la primera dama Jill Biden, quien ha asumido un papel activo en la gestión de la vida diaria y las apariciones públicas del Presidente, pero como ya se mencionó ella no va a dejar de apoyarlo.
Si por alguna extraña razón el mandatario decidiera bajarse del barco, la vicepresidenta Kamala Harris sería una de las opciones más obvias para reemplazar a Biden. Sin embargo, si el Presidente se retira, sus delegados no se transferirían automáticamente a ella, y aún debería ganar la mayoría de los delegados en la Convención Nacional Demócrata.
Pero Harris nunca ha tenido el arrastre que se necesita para enfrentar a un personaje como Trump, que le gusta ser ofensivo y mediático se trate de quien se trate, máxime que la Corte Suprema de Estados Unidos le acaba de otorgar cierta inmunidad para seguir con su camino de retorno a la Casa Blanca.
El revés de Biden no puedo aparecer en un peor momento, de acuerdo con la conservadora cadena de noticias Fox News, el demócrata acababa de remontar al expresidente republicano en la intención de voto con 50 por ciento contra 48 por ciento, pero ahora las cosas se han puesto color de hormiga no sólo para Estados Unidos sino para todo el mundo. O usted ¿qué cree?