Fundada en Chile en 2019, Beeok ha llegado a tener una cartera de más de 150 clientes.
Beeok es una suite de herramientas presentadas con el modelo de Software como Servicio (SaaS, por sus siglas en inglés), la cual ayuda a empresas, organizaciones y sus cadenas de valor para que puedan calcular y gestionar su huella de carbono, asegurar el cumplimiento de la normatividad y gestionar sus residuos, acelerando su descarbonización y transición hacia la sostenibilidad.
Cristian Bustos, el CEO de esta iniciativa cuenta en entrevista con El Sol de México que su misión es proporcionar a las empresas software que funcione como un habilitador para que los procesos mencionados se puedan realizar mucho más fácil, rápido, justo como lo requiere la emergencia climática.
“La Inteligencia Artificial permite que podamos avanzar aún más rápido, porque esta funciona como un superpoder para procesar una mayor cantidad de datos y responder mejor a los clientes, además de que en nuestro caso se comporta como un asesor virtual para que los clientes puedan ir gestionando y avanzando más rápido”, dice.
Cumplen más, en menos tiempo
De acuerdo con el CEO de la empresa, el software de Beeok facilita que por un lado las empresas reduzcan hasta en 90 por ciento el tiempo que emplean en medir y gestionar su huella de carbono, y por otro lado destaca que una vez que lo hacen, estas mejoran en un 40 por ciento su nivel de cumplimiento normativo, lo cual las convierte en empresas más responsables.
Bustos, quien es ingeniero y tiene una maestría en Medio Ambiente, comparte que lleva más de 20 años desarrollando proyectos de gestión en materia de sostenibilidad en Latinoamérica, primero como consultor y posteriormente en proyectos como este, del que destaca en particular la posibilidad de procesar grandes cantidades de información en mucho menor tiempo.
También destaca que una vez que se procesa esa información es mucho más fácil empezar a utilizarla para ayudar a los clientes en procesos como encontrar una normativa o sugerirles qué hacer para resolver un problema de sostenibilidad o simplemente cómo entender y calcular su huella de carbono.
“Porque la tecnología es poderosa -agrega-, pero el proceso de transformación digital al interior de las empresas no es automático y necesita de acompañamiento y de una capacitación que nosotros les damos ya, para que una vez que cuentan con la ayuda de la IA, puedan tener, por ejemplo, asistentes y ayuda 24/7 para resolver sus dudas”, comenta.
Amplían sus horizontes
Fundada en Chile en 2019, Beeok ha llegado a tener una cartera de más de 150 clientes, entre los que destacan firmas como Bimbo, Pfizer, Bayer, Siemens, Pepsico, Coca-Cola, Volvo, Olitanking, Fintual, Henkel, Creditex y el Tec de Monterrey, estando presente hasta la fecha en mercados como Chile, Perú, Colombia y México, aunque también han empezado a desarrollar proyectos en República Dominicana y El Salvador.
Sobre su presencia en México, asegura que llegaron hace 16 meses para iniciar operaciones primero en la Ciudad de México y posteriormente en Monterrey y Guadalajara.
“Hemos tenido muy buena recepción en México; para nosotros el desarrollo sostenible de las empresas mexicanas es fundamental, porque este país tiene una relevancia indiscutible en Latinoamérica y no podemos pensar en una Latinoamérica sostenible sin México. Esa es una de las razones por las cuales nos instalamos aquí, porque se alinea perfectamente con nuestro propósito como empresa de contribuir al desarrollo sostenible de toda Latinoamérica”, asegura.
Sobre el discurso de algunos países en desarrollo de que los primeros que deben contribuir a una solución del cambio climático son los países ricos, porque son estos los que más contaminan, comenta que él lo ve como un reto interesante para Latinoamérica.
“Particularmente en nuestra región y sobre todo en los países que tenemos menos responsabilidad en el contexto global, como México, Chile, Perú y Colombia, aunque tenemos menos responsabilidad al mismo tiempo tenemos una tremenda oportunidad de ser actores principales en la economía de la descarbonización, porque más que pagar los costos de reducir, podemos beneficiarnos del nivel de la redundancia de las iniciativas que permiten los beneficios de la reducción y de incorporarlos a nuestra economía.
“Por ejemplo, México está presionando a todas las cadenas de valor de la zona norte del país para que las nuevas empresas que lleguen cumplan con nuevos estándares y esa es una oportunidad que si no la toma México, después van a venir empresas de cualquier lugar del mundo a instalarse con esos estándares, y es por eso que ahí veo muchas más oportunidades que problemas para Latinoamérica.
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Sobre qué tan difícil es convencer a las empresas para que se suban en serio al tren de la sostenibilidad, responde:
“Hace 20 años yo te hubiera dicho que los temas ambientales y de sostenibilidad eran vistos como un costo adicional al interior de las empresas. Sin embargo, en los últimos cinco años se ha podido demostrar que las empresas sostenibles son más rentables y tienen menor riesgo, además de que son empresas más atractivas para los jóvenes profesionales, porque tienen un montón de beneficios y una buena y moderna estrategia empresarial que las convierten en modelos de gestión”.
¿Y la huella de carbono de la propia IA?
Si bien la Inteligencia Artificial está revolucionando diversos sectores, también es un hecho que su rápido crecimiento ha generado un impacto ambiental considerable, principalmente debido al consumo de energía durante el entrenamiento y la ejecución de modelos de IA complejos.
En ese sentido, Bustos comenta que prácticamente todo tipo de actividad humana genera algún tipo de impacto ambiental.
“Es una buena discusión, y ahí lo importante es tener en consideración que para resolver los desafíos globales de sostenibilidad no existen balas de plata, ni soluciones mágicas y que el impacto de cada actividad no deben ser medido de forma aislada, sino a través de su propio ciclo de vida”.
Asegura que esa misma discusión se ha visto cuando se compara a los autos a combustible con los autos eléctricos, porque esa medición no se debe hacer sólo tomando en cuenta la operación o la disposición final de los mismos, sino tomando en cuenta toda la cadena, desde la extracción de los materiales de los autos hasta la disposición final de los residuos, incluyendo todo su ciclo de vida.
Bustos admite que cuando hablamos de una tecnología digital, como es el caso de la IA, esta involucra la operación de servidores que tienen que medir su propia huella de carbono y su propia su huella hídrica y la manera en que esta se va a compensar.
“En el caso nuestro tenemos temas de gestión, para internamente también medir, gestionar y reducir nuestra propia huella de carbono, para poder comenzar con las prácticas sostenibles precisamente desde casa”.
Es así como Beeok se vale de lo último en tecnología para acelerar un cambio y con ello crecer exponencialmente en parte de Latinoamérica.
“Ahora que estamos operando en México, Perú, Colombia y Ecuador con casi 200 organizaciones distintas, pues también estamos impactando en la calidad de vida, tanto de forma directa como indirecta, en casi 3 millones de personas... Y no había mejor momento que este para llevarlo a cabo”, puntualiza.
Alejandro Suárez | El Sol de México
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