Algunos directivos cierran las puertas a pacientes que buscan alternativas en torno al desabasto de medicamentos y tratamiento oncológico.
Desde hace casi un año, el colapso en el área de oncología médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Baja California Sur continúa a la vista de todos los derechohabientes, sin que suceda algo por solucionarlo. Y, peor aún, dicho contexto de salud pública, se está normalizando.
Según familiares de los afectados, algunos directivos cierran las puertas a pacientes que buscan alternativas en torno al desabasto de medicamentos y tratamiento oncológico, mientras que otros ruegan una pronta respuesta sobre su cita agendada para la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades N° 2 “Luis Donaldo Colosio Murrieta” en Ciudad Obregón, Sonora, tras ser trasladados con la finalidad de dar continuidad a la atención médica en torno a su enfermedad.
Esto está sucediendo, a medida que Carlos Ramos, el único oncólogo médico adscrito al IMSS en todo el estado desde hace un año, invita a que sus pacientes se movilicen de diversas formas para poner de manifiesto este tipo de situaciones y circunstancias que ante todo vulneran la integridad de quienes buscan recibir un servicio de salud digno.
Normalización de los maltratos hospitalarios
Dos años ha luchado Mar “N” por conseguir el tratamiento adecuado para la situación de su madre, quien a raíz de este tipo de situaciones se ha visto vulnerada tanto en su salud física como emocional.
“Estamos pasando por una situación en el IMSS de La Paz. Tenemos más de dos años esperando una inmunohistoquímica, y vamos casi a diario; y que no hay respuesta, que no ha llegado de la Ciudad de México. Lo preocupante es que mi mamá tiene cáncer y no está recibiendo su tratamiento correcto solo por la negligencia que ellos están cometiendo hace más de dos años. Es bastante tiempo; gracias a Dios mi mamá nos ha durado aún no esté recibiendo el tratamiento adecuado para su tipo de cáncer”, expresó Mar “N”, hija de una paciente oncológica.
Pero pareciera que no es hasta que se presentan conductas de ira y enojo, cuando finalmente se logra el objetivo: conseguir el medicamento a través de la institución; así lo señaló Rosario Hernández, esposo de Sandra Rojas Villanueva, paciente oncológica desde hace un año y medio; acuden a la clínica 34 del IMSS desde el municipio de Los Cabos, lugar en el que residen.
“Van cuatro veces que me rechazan el medicamento. Me dijo el médico, bueno, nos dio una receta y dijo vayan a sacar esta inyección. Me voy al almacén, le digo al del almacén: vengo por esta medicina y me dice no hay... Y entonces, le dije al doctor: "Ahorita me dijeron que sí había". Y él dice: "No hay"... Me puse a insistir, y ya cuando estoy enojado, ya saca el medicamento", explicó.
Tras este tipo de circunstancias de retraso y desabasto, la condición de salud de Sandra se continúa agravando; relata que en ocasiones no puede mover su mano, pues se encuentra de color negro y padece mucho dolor.
Jesús, otro paciente de 29 años, hijo de Rosa Isela, fue diagnosticado con cáncer de tiroides en 2020 en el municipio de Los Cabos. Contó que en un inicio, los estudios estuvieron mal hechos, lo cual retrasó el tratamiento oncológico. Llegó a pagar hasta 100 mil pesos en la institución médica privada por falta de respuesta de parte de las autoridades sanitarias, para salvar la vida del joven.
“Lo tuvimos que llevar al hospital particular porque el seguro no procedió. Los estudios se le caducaban y tuvimos que contactar a un médico privado de La Paz. El doctor Rafael Vázquez… El seguro nunca me ayudó”, manifestó la madre de Jesús.
Cuando Jesús no podía dormir por la crisis de salud que padecía en abril del presente año, un doctor de la propia clínica 34 del IMSS le comentó a Rosa Isela: “Pues búscale por otro lado, porque aquí se va a morir. No creo que aquí se le vaya a hacer algo. Por eso me asusté y me fui a la clínica privada”.
Entre estos 4 años, el padre de Jesús falleció como parte del estrés en torno a la circunstancia de salud de su hijo, de acuerdo con Rosa Isela. Hace unos meses, fue trasladado a la capital del estado para recibir atención médica por un endocrinólogo; sin embargo, al llegar a la clínica 34, “se portaron déspotas con él (su hijo). No lo dejaron pasar y le dijeron que no había endocrinólogos, y que se fuera a buscar a otras partes”.
Al darse a conocer la falta de endocrinólogos en La Paz. Rosa Isela dijo que hoy en día sigue en trámites para que su hijo sea trasladado a Ciudad Obregón, Sonora, por parte de la institución de salud pública. Ramos, el oncólogo médico, precisó la urgencia en torno al caso de Jesús, para que pronto pudiera ser atendido en el municipio de Cajeme.
UMAE en Ciudad Obregón
Tras acudir a las instalaciones del UMAE, en Ciudad Obregón, trabajadores de la salud, de forma anónima por temor a represalias, comentaron que suelen recibir pacientes de otras entidades federativas en estado crítico. Enfatizaron que al momento el hospital no se encuentra rebasado, aunque regularmente se otorga preferencia a los pacientes pediátricos.
¿Por qué continúa el "colapso"?
De acuerdo con el oncólogo médico, no son todos los pacientes los que enfrentan desabasto, mal tratamiento y retrasos en la atención médica.
“Son solo algunos, por el retraso de que lleguen medicamentos o compras. Hay pacientes específicos que tardan las compras de sus medicamentos porque son de alto costo, y eso retrasa el tratamiento. Pero sí es una situación recurrente. A veces es un medicamento, a veces es otro. No siempre son los mismos”, expresó Ramos.
No obstante, refiere que “son situaciones que se pueden prevenir. Ya que el consumo de los medicamentos está medido cada mes. Y saben cuanto es el consumo mensual, pero no hacen las compras o el abasto de medicamentos a tiempo. Y eso impacta en la evolución de la enfermedad”.
De acuerdo con el Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD) Regional Baja California Sur del IMSS, a través de la Jefatura de Servicios de Prestaciones Médicas, el costo anual del Consumo Promedio de medicamentos oncológicos para el 2023, a nivel estatal, se presupuestó en 22 millones 178 mil 685 pesos con 76 centavos.
El 25 de junio se solicitó una actualización de los datos, entre otra información, a través de una Solicitud de Transparencia, misma que continúa sin respuesta. En tal día, también se solicitó una entrevista con directivos del IMSS en Baja California Sur. Hasta el momento, no ha sido confirmada.
Sofía Apodaca | El Sudcaliforniano
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